Cómo ser feliz sin importar las circunstancias

Conversamos con Sylvia Ramírez, coach de Liderazgo Personal y de felicidad, conferencista internacional y autora de los bestsellers Felicidad a prueba de oficinas y Manifiesto de Felicidad. Veinte minutos que no tienen desperdicio. Consejos tremendamente prácticos para personas que no se resignan 🙂

¿Quién es Sylvia Ramírez?

Soy autora y conferenciante en tres temas: felicidad, liderazgo y marca personal. Fundamentalmente a lo que me dedico es a enseñar a la gente a pensar distinto, a entender que la felicidad es una decisión. Una vez has tomado la decisión de ser feliz y mejorar la relación con uno mismo, entonces hablamos de liderazgo. Pero no para conseguir que la gente nos haga caso, sino para inspirar a los demás. Lo tercero, hablo de marca personal buscando tres cosas: que nos noten, que nos recuerden y que nos prefieran. 

Eso es lo que hago alrededor del mundo y de lo que escribo en mis libros.

A propósito ¿cuéntanos un poco más acerca de esos dos libros?

A la fecha he tenido el gusto de publicar dos libros: Felicidad a prueba de oficinas y el más reciente, Manifiesto de Felicidad. Este último es un compendio de liderazgo personal para gente que no se resigna. Lo que hay dentro del manifiesto son ocho arengas. Ocho consignas de liderazgo personal para que uno pueda afrontar el día a día sin teorías sino con trucos prácticos que le pueden ayudar eficazmente. 

Felicidad a prueba de oficinas es un kit de supervivencia emocional para gente que está en edad productiva. Es una maravilla de libro porque le sirve a uno para entender de la cadena alimenticia de la empresa en qué eslabón uno se encuentra. Porque la felicidad muchas veces es un asunto de tipografía. Uno tiene que entender en donde está uno parado en relación con lo que le gusta para ver cómo se acomoda mejor. Este libro lo he diseñado para cualquier persona que esté en la necesidad de producir dinero y que tiene que relacionarse con otra gente. 

Ambos libros tienen la particularidad de ser libros sobre liderazgo personal. No son libros de autoayuda. De estos que nos dicen que teniendo pensamientos lindos en un sillón me voy a volver millonario. Fundamentalmente porque yo no creo que eso sea así. 

Sylvia ¿Cómo ser feliz?

Primero hay que entender que no hay una receta estándar para conseguir la felicidad ni para mantenerla. No hay una receta en la medida en la que si uno preguntara que es felicidad a un millón de personas es muy posible que tenga un millón de respuestas distintas y todas igualmente válidas. Pero en lo que ha corrido de mi experiencia profesional que a la fecha son 19 años investigando sobre el tema, he encontrado que hay 3 cables que si uno los junta se expone peligrosamente a ser una persona más feliz. Esos 3 cables están desarrollados en mis libros. 

  1. Hay que querer ser feliz. Hay que entender que el dolor es una cosa muy adictiva. Primero porque el dolor me da por ejemplo una buena historia para contar de mi. Voy a tener simpatía automática de la gente. Inconscientemente puede que lo que menos me convenga sea ser feliz porque se me acaba la fuente de conversación. Debemos preguntarnos ¿yo de verdad quiero ser feliz? En muchos casos los seres humanos preferimos sufrir antes de aburrirnos. Porque si el problema no está ¿yo qué me pongo a hacer?
  2. Creer que es posible ser feliz. Si en la cabeza de cada uno el problema en el que está no tiene solución, sencillamente yo no voy a hacer nada para tratar de solucionarlo. Lo clave es que yo crea que si existe la posibilidad de vivir una vida mejor. A lo mejor no perfecta, pero si una vida que valga la pena ser vivida. 
  3. Dejar de jugar para la tribuna. Durante todo el tiempo que esté empeñada en hacer que mi vida sea un espectáculo que complazca al respetado publico, nunca voy a conseguir ser feliz. Porque siempre voy a vivir sobregirada de energía. Siempre voy a vivir agotada. Hay que entender que querer gustar a todo el mundo desde el punto de vista profesional es muy desgastante, pero querer hacerlo desde el punto de vista personal es suicida. Uno puede terminar en el manicomio o incluso llegar hasta la muerte por desvivirse tratando de gustarle a los demás.

La felicidad es una decisión. La felicidad no es algo que me vaya a pasar como un golpe de suerte. Lo que si le pasa a uno de esa forma es estar contento. La felicidad está presidida por una decisión. 

SYLVIA RAMÍREZ

Hay que entender que para ser feliz no es que no toque hacer nada sino que ser feliz es la condición natural del ser humano. 

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¿Y cómo ser feliz cuando las circunstancias son adversas o muy difíciles? 

Cuando uno está en una situación que es de verdad extrema lo primero que debe considerar es asistencia profesional y aprovecho para hacer una claridad. La psicología y la psiquiatría son distintas entre ellas y ambas son expresiones de la ciencia. El coaching que es lo que yo hago, es un modelo de conversación en el desarrollo del cual se dan herramientas de liderazgo personal; por lo tanto, el coaching nunca será un sustituto de la psicoterapia  y lo digo porque mucha gente me dice: “Sylvia recíbame en consulta porque tengo depresión”. Urgente ir con un psicólogo o un psiquiatra y ponerse en manos de la ciencia. 

Para todos los problemas que no son tan extremos sino que son cosas que pasan naturalmente en la vida de un ser humano: afrontar un luto, afrontar la soledad, la pérdida del trabajo, lo primero que hay que entender es que no hay una forma de gambetear todos los problemas. Cada problema tiene su manera de ser abordado. 

Primero, es importante tener en cuenta algo, dijimos que es diferente ser feliz a estar contento. Por ejemplo, si uno se queda sin trabajo en ese momento no va a estar contento, pero si puede ser una persona feliz. Cómo sé que soy feliz. Porque sé que estoy siendo la mejor persona que podría ser. Todo lo que depende de mi lo estoy haciendo, con lo cual siento una sensación de bienestar y de tranquilidad y de dignidad. 

Segundo, es importante no hacer el inventario de todos los problemas a la vez. A uno se le enreda la vida cuando uno empieza a pensar en todos los problemas al mismo tiempo. Ahí me voy a paralizar. Entonces la clave es hacer de cuenta que uno está a punto de comer una pizza. Si me quiero comer toda la pizza de una vez con seguridad me voy a atorar, entonces la parto por pedacitos. Lo mismo con mis problemas. Un lio a la vez

Tercero, hacer la distinción entre qué problemas dependen de mi para solucionarlos y cuáles no. Por ejemplo si tengo un problema de sobrepeso que no es endocrino sino que estoy comiendo más de la cuenta. Cuando el problema está 100% bajo mi control, entonces cambio mis hábitos, pero si no depende al 100% de mi, lo único que puedo hacer es cambiar de actitud. 

Por último, debemos evitar catalogar todo como una bendición o una maldición. Ojo porque a veces hay bendiciones que vienen en un formato que no lo parecen y por mi percepción limitada de la realidad, no puedo entender que es algo que me conviene. No llevemos las cosas al extremo, que cuando me pasa algo bueno me pego una elevada tremenda, pero si me pasa algo malo me parece que es una tragedia. Es mejor ir por la vida con la sangre más ligera porque eso me afecta mi toma de decisiones. 

Si dijimos que la felicidad es una decisión, la clave para que tome mejores decisiones es que me haga mejores preguntas. Si todo el tiempo digo por qué me pasa esto a mi, con toda seguridad no es mucho lo que voy a avanzar. SI en cambio me pregunto: esto que me está pasando que más puede querer decir; esto para qué otra cosa me puede servir o a quién conozco que me pueda inspirar como modelo, así nunca vaya a hablar con esa persona. Pensemos que esa clase de preguntas me llevan a mejores respuestas y así estoy en posibilidad de tomar mejores decisiones. 

Tu mencionaste al principio que una vez uno haya tomado la decisión de ser feliz y ha mejorado sus relaciones con las personas, empieza la gestión del liderazgo personal. Cuéntanos más al respecto

Cuando uno despierta su interés hacia el liderazgo personal lo primero que tiene que entender es que la primera manifestación de liderazgo que un ser humano debe tener en la vida ha de ser consigo mismo. Entonces, lo primero que yo voy a liderar es mi propia vida. En el libro Manifiesto de Felicidad abordo ese tema. Ahí hablo de 3 consignas fundamentales:

  1. Para ser feliz hay que empezar por ser feliz. Eso suena como casi cínico. Porque es como si yo le estuviera diciendo a alguien: usted está triste, pues póngase feliz y automáticamente la persona se pone feliz. No es eso, lo que quiero decir. A lo que me refiero es que la felicidad no es algo que a uno le pase sino, que es algo que uno decide. Una expresión de liderazgo personal es saber que nadie va a venir a rescatarme. Hay un trabajo que por fuerza tengo que hacer. Por lo cual no conviene  que yo viva anestesiándome de la realidad, aún cuando los mecanismos sean lindos. Por ejemplo si yo medito para aislarme de la realidad, estoy perdiendo la oportunidad de aislarme y crecer como persona y de expandir mi conciencia. 
  2. Hay que rugir para trascender. Pasa que el dolor en nuestra vida, cuando se sostiene en el tiempo el efecto es narcótico. Uno está como adormecido. La propuesta del libro es que uno haga como un león que estaba así en sopor de un sueño largo, pero de pronto empieza a incorporarse, recuerda quien es, toma una respiración profunda y pega un rugido bien fuerte y se resuelve a retomar su vida. Muchas veces en la vida nos falta recordar quien es en verdad uno cuando en realidad está bien, pegar un rugido y retomar su vida y empezar a decidir mejor. Uno debe desarrollar una manera de pensar que le permita ser viable a pesar de los problemas. Sin tener que esperar a que la vida se vuelva perfecta.
  3. Cuando uno está confundido necesita cosas, cuando uno es feliz apenas las prefiere. SI usted no ha encontrado una razón de por que es valioso que no tenga que ver con sus conocimientos o pertenencias, así creo que cualquier cosa la necesito para encajar: un cargo, un carro, ropa de moda, etc. En cambio cuando soy una persona feliz, que tiene claro, por ejemplo, que soy una persona valiosa por mi capacidad de amar, las cosas dejan de ser necesidades y empiezan a ser preferencias. 

En resumen el planteamiento es como hacer para gestionar mi vida de manera que la experiencia de haber encarnado en un cuerpo humano sea la experiencia más placentera posible. Los humanos tenemos la tendencia de ir hacia lo que nos gusta y rehuimos de lo que creemos que nos va a causar dolor, siempre estamos buscando placer y evitando el dolor, nos movemos por el amor y nos frenamos por el miedo. Pero la idea es que uno debe entender que cuando estoy tratando de meterme en una burbuja en la que no pase nada, en términos prácticos es la vida misma lo que estoy evitando. Lo que uno llama problema, un sabio diría  esa persona está viva. Metalicémonos que uno vino a esta tierra a que le pasen cosas y la idea  es pasarla de la mejor manera posible. 

Te invitamos a seguir a Sylvia Ramírez en Instagram como @SylviaNetwork
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