Conversamos con Loana Duque especialista en nutrición y cocina funcional, co-autora del libro “Y los vegetales, Pa’cuando”. Loana nos brindó consejos prácticos para mejorar los hábitos alimenticios de los hijos y nos compartió ideas de cómo trabajar en ese proceso en sus diferentes edades.
¿Cómo surge la idea del libro “Y los vegetales Pa’cuando”?
El libro es en co-autoría con el doctor Héctor Mendoza, él es médico pediatra, homeópata, especialista en temas de vida regulada con enfoque funcional. Desde hace un tiempo venimos trabajando en lo que se refiere a promover hábitos en la familia desde la alimentación de los niños, para tener adultos mucho más plenos y con bienestar.
La idea del libro nace porque las familias, muchas veces ya están conscientes de tomar acción en relación a los hábitos alimenticios, pero les faltan herramientas. El libro es una de ellas, no solamente tiene un recetario sino que cuenta con una guía para que los niños coman saludablemente y la familia se involucre en ese proceso.
La primera parte del libro es información nutricional, cómo hacer para que los niños coman mejor entendiendo el proceso de los niños con los alimentos y la segunda parte son 52 recetas para facilitar el proceso de generación cambio de hábitos en casa.
¿Se puede lograr cambio de hábitos alimenticios en nuestros hijos con los consejos que nos brinda el libro?
Desde hace varios años he acompañado procesos en donde entendiendo a cada familia y veo que todos los niños son diferentes, existen temas de paladar y bienestar. Hemos trabajado en estos casos, logrando que el niño empiece a comer de todo.
El libro tiene nueve consejos puntuales de cómo hacer para que el niño realmente se integre y no vea esto como un castigo sino que lo disfrute, haga parte del proceso y entienda la importancia de su alimentación.
Durante las consultas y asesorías que realizamos trabajamos en la importancia y la relación con la alimentación desde pequeños. Es un trabajo en conjunto y requiere utilizar varias herramientas para lograrlo.
¿Cómo podemos descubrir el paladar de nuestros hijos?
No tenemos como medir la sensibilidad de cada persona hacia los distintos sabores, amargos, ácidos, salados, etc. Antes de decir “es que a el niño no le gusta”, mi recomendación es presentar los alimentos de distintas formas, por tipo de cocción, por corte, en diferentes preparaciones y realizar combinaciones, antes de dar un veredicto final.
Está comprobado científicamente que el niño puede tardar entre diez y doce veces probando el alimento para que lo acepte completamente.
¿Es indispensable como padres involucrarnos en este proceso?
Mi invitación es a que busquemos los espacios y dar prioridad al impacto que esto va a tener en casa, ajustarlo con los horarios de trabajo, con la dinámica de transporte y las rutinas. El fin de semana podría ser la ocasión para que los padres, los abuelos y quienes estén más involucrados con nuestros hijos, puedan brindar ese tiempo no solamente cantidad sino calidad.
¿Cómo podemos abordar el proceso cuando nuestros hijos son mayores de 7 años y es un poco más complicado?
Cuando el niño ya tiene una mayor independencia, es capaz de abrir la nevera, alcanza el gabinete, pide, insiste y argumenta lo que quiere, el enfoque es diferente. Mientras más grandes son, están mayormente expuestos a otros sabores que pueden ser más palatables como paquetes, dulces o golosinas y cuando un paladar está viciado es difícil que acepte volver a los vegetales.
La invitación es a trabajar desde el amor y el contexto en el que se encuentra el niño. Siempre se empieza por casa, es importante entender que el niño no tiene el poder de compra, él no pide el domicilio, ni hace el mercado. El punto de partida para los niños en estas edades es el hogar.
Mi sugerencia es realizar una limpieza en la cocina, para saber lo que tenemos, a que sabores realmente está expuesto e iniciar una limpieza de su paladar.
¿Podemos involucrar a nuestros hijos en el proceso de preparar los alimentos, hacer las compras, etc.?
Esta es una de las recomendaciones del libro, que el niño esté integrado dentro de sus posibilidades y habilidades, dependiendo su edad. Poco a poco le podemos brindar autonomía para que ellos participen, puede ser simplemente escoger las frutas o los vegetales, lavarlos, picarlos, cortarlos, ayudar a revolver, sazonar obviamente lejos de fuego o cuchillo y todo con la ayuda de los adultos.
Estas son actividades indispensables para que el niño empiece a fomentar su relación con la comida y entienda la importancia de esta.
¿Cómo podemos controlar un poco el proceso durante la temporada navideña?
Las festividades tienden a colapsar la mente cuando estamos en este tipo de procesos, pero es importante entender que durante todo el año tenemos muchas ocasiones y excusas. El momento correcto para empezar es cuando se decide a hacerlo, puedes disfrutar de momentos en familia y tradiciones sin excederte.
Se trata de disfrutar en balance, aquellas cosas que nos conectan con el corazón, la familia y las tradiciones. Estar muy presentes y conscientes en la elección de lo que vamos a colocar en el plato en cualquier ocasión, comiendo con conciencia, presencia y disfrutando cada bocado.
¿Puedes mencionar algunas de las 9 claves que aparecen en tu libro para que nuestros hijos coman vegetales?
Las 9 claves para que tu hijo como vegetales, es un acróstico de la palabra vegetales
- Variedad
- Estímulo
- Grasas
- Entorno
- Trabajo en equipo
- Amor
- Limpiar el paladar
- Experiencias sensoriales
- Sabores
La idea es mostrar que son distintas formas de abordar la comida para que el niño pueda empezar a comer, por ejemplo, la variedad trata de no quedarnos con un solo tipo de alimentos o con una sola usar una sola forma de presentárselo. Las grasas saludables también se pueden incluir para que el sabor del alimento sea mucho más agradable. De esta manera explicamos cada palabra en el libro.
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En el libro encontramos algunas recetas ¿Qué recomendaciones nos das para aplicarlas en la dieta de nuestros hijos?
Son 51 recetas, todas son libres de gluten, lácteos y azúcar, con ingredientes mínimamente procesados. Esto porque desde el punto de vista de la medicina funcional entendemos que mientras podamos otorgarle al cuerpo alimentos de verdad y nutritivos, evitaremos causar otras reacciones inflamatorias en el organismo. Esto ayudará a que el niño en el futuro tenga una vida mejor y más saludable.
En resumen la invitación es priorizar la importancia y el impacto tienen los hábitos diarios en la calidad de vida de nuestra familia. Entender que cada día es un regalo y debemos aprovecharlo al máximo, disfrutar el proceso sin pensar en restricciones, pero conectando con nuestra verdadera esencia, y eso solamente lo obtenemos de los productos que vienen de la naturaleza.
Busquemos las herramientas que nos puedan ayudar a tener un cambio extraordinario para darnos cuenta que la alimentación saludable es la mejor inversión en tu vida.
Te invitamos a seguir a Loana Duque en Instagram como @Loaduque
Si estás interesado puedes conseguir su libro en su tienda virtual https://tienda.loanaduque.com/